sábado, 5 de marzo de 2011

Lucho Macedo y su Fabulosa Sonora

50 AÑOS DE EXCELENCIA
Por: Enrique Vigil Taboada kikevigil@yahoo.com
Fuente Original: Mambo-Inn  This e-mail address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it

Antecedentes

Las primeras manifestaciones orquestales en el Perú aparecen durante los turbulentos años 30 en medio de una coyuntura política nacional inestable. Las orquestas bailables de la época se encontraban fuertemente influenciadas por sus pares cubanas, en especial, por las orquestas “Casino de la Playa” y “Lecuona Cuban Boys” de Ernesto Lecuona. La admiración por la “Orquesta Riverside”, “Habana Cuban Boys” de Armando Oréfiche y “Afrocubanos” de Machito, motivaron a la aparición de nuevas agrupaciones en la década siguiente. Lo propio sucedió en otras latitudes como en la República Dominicana, Panamá, México, Venezuela, Colombia, Puerto Rico y el resto del Caribe. Eran los tiempos de las grandes bandas norteamericanas que aparecieron durante y después de la segunda guerra mundial.


El maestro Lucho Macedo.

En la década del 50, la música tropical, como se le conocía a la música del Caribe, constituyó todo un fenómeno socio-cultural en el Perú. Las orquestas de César Santa Cruz, Charles Rodríguez, “Los Locos del Mambo” de César Augusto Altamirano, Al La Roca, Richard Baris, Carlos Pickling, “La Swing Makers Band” dirigida por Carlos Noya, “La Récord”, Armando Boza, Roberto Mori, Rubén Menéndez, Eulogio Molina, Freddy Rolland, entre otras, deleitaban a la audiencia limeña, interpretando guarachas, merengues y boleros. Sin embargo, la que alcanzó los mayores logros y prestigio internacional, compartiendo honores con la legendaria Sonora Matancera fue la del maestro Luis Young Agüero, más conocido como Lucho Macedo.

Nacido en Lima el 18 de febrero de 1930, sus padres fueron don Luis Young, un excelente pianista, compositor y arreglista que formó su “Orquesta Young Macedo” en 1933, de quien hereda todo el sentimiento por la música y doña Juana Agüero, quien se ocupaba de los quehaceres del hogar. Lucho Macedo forma parte de aquella legión de músicos peruanos que lograron la excelencia profesional y el virtuosismo de gran maestro. Sus inicios los dedica a estudiar la batería y el violín, convirtiéndose a la edad de 10 años, en un niño prodigio de esos instrumentos.

Al culminar su etapa escolar, a pesar que la música era su gran pasión, decide estudiar arquitectura. Sin embargo, el interesante panorama musical de aquellos años 50, lo hace cambiar de opinión. Recibe diferentes propuestas para trabajar como pianista y arreglista, siendo esta experiencia fundamental para lo que a la postre sería la esencia de su gran éxito, su dominio excepcional en el piano.

La noche del Jazz Zone homenajeado por Enrique Vigil.

Integró la orquesta “Panchito y sus Melódicos” que animaba el Restaurante La Cabaña del empresario León de Monzante. Un saxofonista argentino que llegó con la orquesta de Pérez Prado y que se quedó en el país, Ángel Bagni, más conocido como Freddy Rolland, fue el director de esa orquesta. Sobre el cambio de nombre, el maestro Lucho Macedo me hizo el siguiente comentario: “Al empresario no le gustaba el nombre de Ángel Bagni y nos pidió que le ayudáramos a ponerle un nombre mejor. Yo, en un arranque de gracia, propuse, que se llame Freddy Ronald, nombre de mi hijo mayor, pero, me entendieron Freddy Rolland. Gustó el sobrenombre y fue así como se le conoció a mi gran amigo Ángel, ¡Qué en Paz Descanse!”.

La Primera Sonora Peruana

Luego de cinco años de trabajar para diferentes orquestas, viajó en junio de 1955 a Guayaquil-Ecuador, como parte de la orquesta dirigida por el cubano Rubén Menéndez. Una exitosa gira de mes y medio por el país hermano lo inspiró a formar su propia agrupación. “Me encontraba en capacidad de dirigir mi propia orquesta. Pensé que había llegado la hora de hacerla realidad. Pero, tenía una gran duda sobre conformar una Sonora tipo La Matancera o una Orquesta a lo Pérez Prado... reflexionando sobre los costos, la logística y el repertorio, decidí en una Sonora… además, la primera en el Perú”.

Y así fue. Reunió a un grupo de buenos músicos y después de tres meses de ensayo, participó en el programa Concentración de Estrellas de radio La Crónica. Un concurso de orquestas que fue conducido por el desaparecido maestro de ceremonias David Odría. El debut no pudo ser mejor. Fueron los ganadores indiscutibles de ese concurso obteniendo un contrato por tres meses para actuar en dicha emisora, a partir del 2 de noviembre de ese mismo año.


La primera Sonora Macedo. (Arriba): Humberto Salas (Primera Trompeta), Chiquito Macedo (Cantante), Miguel Querevalú (Segunda Trompeta), Victor Aquije -Joe Di Roma (Bajista), Lucho Macedo (Piano) - (Abajo): Hugo Macedo (Timbales), Fernando Navarro (Congas).

El sonido tan parecido con la Sonora Matancera fue impresionante. Su afinque tuvo una tremenda acogida en los radio oyentes. Tanta fue la aceptación del público que hasta las emisoras de la competencia los querían contratar. A fines de noviembre fue solicitado por el director artístico de radio San Cristóbal, Pedro Tello Cadenas, para acompañar a la ya entonces famosa Celia Cruz, quien llegaba por primera vez al Perú. Celia le comentó: “Mire maestrito, estoy tan feliz porque no tenía la menor idea de que aquí en Perú se tocara tan bien la música cubana. Parece que estuviera con La Matancera. No tiene nada que envidiarle. Me ha dejado impresionada. Lo felicito”. El espectáculo con Celia Cruz fue sólo el inicio de lo que posteriormente vendría, grabar en el prestigioso sello disquero MAG del ingeniero Manuel A. Guerrero y la definitiva consolidación como la mejor agrupación de música tropical en nuestro medio.

Con los años, ese éxito traspasó fronteras, pues sus grabaciones fueron editándose en el extranjero. Sellos disqueros como: Peerless de México, Sonus de Venezuela, Discos Victoria de Colombia, registraron verdaderos ‘records’ de ventas. Sus versiones de: “La Boa”, “No, no, no”, “Margot”, “Dame bururú”, “No vuelvo”, “El mujeriego”, “Compay Lobo”, “La Bambaita”, “Yo no bailo con Juana”, “El manotón”, “Cara sucia”, “Baila mi rumba”, “El último bembé”, “Ave María Lola”, “Pachangueando”, “Moliendo café”, “Botaron la pelota”, “Mambo borracho”, “Bésame mucho”, “No hay amigos”, “Burbujas”, “Delirio”, “El sonsonete”, “Mi velerito”, “Descarga Sonora”, “La Pachanga”, “Estamos chao”, “La pitita”, “La pollera colorá”, “Sabor a mi”, entre otras, fueron magistralmente arregladas por el maestro Lucho Macedo.


El importante sello MAG ha editado el CD “50 Aniversario de la
Sonora” con los mejores éxitos en la carrera musical de Lucho Macedo. 


Debo detenerme en este punto para analizar el éxito que llevó al maestro Macedo a liderar una de las bandas más interesantes e importantes del mundo de la música latina. Si bien en sus inicios imitó el sonido de la Sonora Matancera, también es cierto, que en pocos años logró diferenciarse de la agrupación cubana por el uso de unos arreglos más sofisticados y la presencia de algunos solos instrumentales con ciertos giros jazzísticos. Su piano marcó la diferencia. Recorría el son o la guaracha con la misma facilidad que el jazz o la música clásica. Sus solos de piano fueron tremendamente efectivos, siempre atacando el montuno e incitando al bailador a despojarse de sus mejores recursos. “Bésame mucho” de Consuelo Velásquez es un ejemplo de su inigualable virtuosismo. El mismo que conoceríamos años después con el salsoso estilo de Richie Ray.

La Internacionalización

En febrero de 1962 viaja por primera vez a los Carnavales de Caracas-Venezuela. Su Sonora fue recibida en el aeropuerto de Maiquetía, como un caso único en la historia, por toda una multitud que coreaba sus temas y que poseía una banderola que decía: “Bienvenidos Sonora Lucho Macedo”. En mi reciente viaje a Venezuela pude conversar con quien es una autoridad musical en Caracas, el señor Enrique Bolívar Navas, quien me contó sobre el impresionante recibimiento que en aquel entonces tuvo Lucho Macedo y sus músicos. “La orquesta de Víctor Piñero, en la pista de aterrizaje, los recibió interpretando el vals peruano “Estrellita del Sur” y luego “Alma Llanera”, en medio de los fanáticos que se encontraban en el lugar”. La llegada de Lucho Macedo fue todo un acontecimiento en Venezuela y así lo destacó el diario El Nacional, que dedicó una edición especial titulada Los Incas del Ritmo en Caracas con fotos y comentarios alusivos a la trayectoria de la agrupación peruana.


Con Pedro Night y Celia Cruz. Don Pedro, primer trompeta de la
Sonora Matancera, sostiene: Las Sonoras, Matancera y Macedo,
eran como dos gotas de agua. 


A partir de esa fecha los contratos al exterior fueron presentándose cada vez con mayor frecuencia. Viajó a los Carnavales de La Paz-Bolivia y a las Ferias de Cali-Colombia, en reiteradas oportunidades, siempre con el éxito consiguiente.

En 1971, ingresa al restaurante turístico El Tumi donde permaneció por tres años. Durante todo ese tiempo, acompañó a las máximas figuras del género que visitaron Lima como: Xiomara Alfaro, Roberto Ledesma, Miguelito Valdez ‘Mr. Babalú’, Nelson Pinedo, Carlos Argentino, Leo Marini, Celio González, Celia Cruz, Olga Guillot, Rolando La Serie y el gran Tito Rodríguez, con quien grabó el sensacional LP 25 Aniversario. Esa producción con el tiempo se ha convertido en fiel testimonio de la excepcional dirección orquestal del maestro Macedo.

En 1975, viaja a Nueva York para presentarse junto con otros grupos de fama mundial en el Madison Square Garden. En esa ocasión alternó con las Estrellas Alegre, Johnny Pacheco, Ricardo Ray y Daniel Santos, entre otros. Este último tuvo un gesto muy especial con el maestro Macedo, a quien presentó diciendo: “Por su tamaño podría ser mi hijo, pero por su talento podría ser mi padre”. En aquella ocasión la Sonora estuvo integrada por Carlos Hayre (Bajo), Coco Lagos (Congas), Richard Macedo (Timbal), Emilio Chulli (Trompeta), Tomás Rebata (Trompeta), Tito Chicoma (Trompeta), Mocho Bustamante (Guiro y Clave) y sus cantantes, Manolo Castro y Rosita Negreiros.


Dos discos de oro que evidencian la calidad y el reconocimiento
al gran maestro peruano. 


A su retorno de Nueva York, influenciado por la onda salsera que desbordaba la ‘Gran Manzana’, decide producir un disco en homenaje a Richie Ray, se tituló Sonido Bestial. El disco tiene un detalle especial, no fue grabado para el sello MAG, a pesar de su contrato vigente con esa discográfica, sino para el sello FTA y, a fin de no tener problemas contractuales, el disco fue presentado como la Orquesta Salsa Latina dirigida por Luis Young Agüero. Lamentablemente, esa característica de cambio de nombre no ayudó a la promoción del disco quedando totalmente en el abandono radial. Soy de los pocos que deben tener esa producción y puedo confirmar categóricamente, que es de los mejores discos producidos en aquellos gloriosos años 70, cuando la salsa estaba en plena expansión.

Años después, en 1987, regresó a Nueva York con su cantante Manolo Castro para integrar una agrupación de estrellas dirigida por el maestro Johnny Pacheco, quien era gran admirador de su Sonora. Pacheco tuvo palabras muy elocuentes con respecto a la calidad del maestro peruano, como músico profesional y director de primera línea. Alternó en esa oportunidad con la orquesta de Joe Quijano, quien tenía de pianista al gran Charlie Palmieri, con Canelita Medina de Venezuela y de “Cali Charanga” de Colombia. Esa presentación fue un momento importante para la carrera del gran pianista quien, hasta ese momento, llevaba más de 30 años como director de orquesta.

Reconocimientos

Sin lugar a dudas, el maestro Lucho Macedo es el músico peruano de mayor trayectoria y reconocimiento internacional. Sus discos a pesar del tiempo de grabados siguen vigentes en el mercado latino de los Estados Unidos. Este hecho le permitió recibir en 1996 el importantísimo trofeo mexicano “Al Prestigio Comercial y Mejor Imagen”. Del año 1997 al año 2001, fue galardonado con el “Sol de Oro a la Excelencia” y finalmente, en el año 2002, le otorgaron el trofeo “Galardón Mundial a la Calidad Siglo XXI”.


Con Las Leyendas del Ritmo en el Jazz Zone. 

Hoy dedicado también a la enseñanza musical, el maestro Lucho Macedo, integra una de las agrupaciones que, a decir de muchos, ostentan el grado de “Leyendas del Ritmo”. Agrupación dirigida por el timbalero Oscar Nieves Cornejo y que rescata aquellos ritmos que hoy difícilmente pueden escucharse. Hace algunas semanas fue el especial Descargas: Hoy Como Ayer y posteriormente, Tributo a las Charangas. Esta última integrada por los maestros Antonio Correa (Congas), Fernando La Torre (Bajo), César Vivanco (Flauta), Héctor Cortez (Violín), Ruy Maldonado (Violín), Carlos Uribe (Voz), Coco Auyón (Voz), Orestes Avendaño (Voz), en la dirección Oscar Nieves (Timbal) y Lucho Macedo (Piano).

Ver al maestro Lucho Macedo tocar el piano es todo un espectáculo. Derrocha vida y alegría, sabor y sandunga, calidad y excelencia. Desde nuestra página Mambo-inn.com le extendemos nuestro afectuoso saludo y felicitación por sus exitosos 50 años brindando alegría y satisfacción a sus innumerables fanáticos que, ayer como hoy, siguen deleitándose con su ‘Fabulosa Sonora Macedo’..

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